Talia pensó que la ejecución de su padre era lo peor que podía pasar… hasta que su pareja la rechaza y la expulsa de la manada.
El padre de Talia se vuelve rebelde en una misión, lo que lleva a docenas de miembros de la manada a una muerte brutal. Ahora la manada está en busca de sangre. Pero incluso su ejecución no es suficiente para calmar la ira del Alfa. Es por eso que Maddox, a quien Talia ha estado destinada desde su nacimiento, rechaza su vínculo de apareamiento con ella y la destierra. Tiene tres días para irse de la ciudad… o la manada la cazará.
A las pocas horas de su partida, el decreto mortal de su propia manada pasa a un segundo plano ante una amenaza más apremiante: Galen, el próximo Alfa de la manada Long Claw que su padre intentó matar, la captura. Él no sabe que Talia y Maddox ya no son compañeros, y ella tiene la intención de que siga siendo así.
Galen planea usarla como moneda de cambio, que es lo único que la mantiene con vida. Pero, ¿cuánto tiempo podrá mantener la artimaña? Porque todavía está en la ciudad, y su manada lo notará. El tiempo corre hasta que comience su búsqueda, entonces tendrá dos alfas de manada que la querrán muerta.
El que la rechazó… y el que la secuestró…
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