Serie Red Zone Rivals

em jueves, 18 de julio de 2024

 


01.Fair Catch


Como si las cosas no fueran ya lo bastante duras siendo la Ășnica chica en un equipo de fĂștbol universitario, el entrenador tuvo que asignarme a Zeke Collins como compañero de habitaciĂłn.


Un retornador de patadas engreído y el mejor amigo de mi hermano que debería haber sido arrancado de ese título hace años, es tan exasperante como innegablemente sexy.


Lo odio, y por una buena razón - razón que nunca dejaré que olvide.


Cree que su papel es protegerme porque crecimos juntos, pero lo Ășnico que hace es interponerse en mi camino, hacerme parecer dĂ©bil y cabrearme aĂșn mĂĄs.


Le digo que puedo arreglĂĄrmelas sola, y estoy decidida a hacĂ©rselo entender a Ă©l y al resto de la naciĂłn que ve a la Ășnica chica en el fĂștbol universitario.


La presiĂłn no me afecta. ¿El escrutinio? Estoy preparada.


¿Pero compartir paredes muy delgadas con Zeke Collins? No estaba preparado para eso.


Y cuanto mĂĄs nos obligan a estar juntos, mĂĄs difĂ­cil es distinguir esa delgada lĂ­nea entre odiarlo... y quererlo.



Blind Side


El mejor jugador de fĂștbol americano del paĂ­s me acaba de pedir que sea su falsa novia.


Y yo le acabo de pedir que me quite la virginidad.


Clay Johnson tiene los abdominales de Adonis y la sonrisa mortal del mismĂ­simo diablo. Apenas hay un dĂ­a en el que no sea titular durante la temporada de fĂștbol, y nunca hay un dĂ­a en el que no sea el blanco de todas las chicas del campus.


SolĂ­a ser el mĂĄs fĂĄcil de todos los jugadores para mĂ­ como Coordinadora de Relaciones PĂșblicas, pero despuĂ©s de una desagradable ruptura con su novia del instituto, es un desastre.


Y un completo grano en el trasero.


Nos reunimos para hablar de su comportamiento y revisar las normas de relaciones con los medios. Pero cuando ve cĂłmo me derrumbo delante de mi crush mĂșsico, se le ponen los pelos de punta. Y prepara un plan absurdo.


Me ayuda a hacerme notar.


Yo le ayudo a poner celosa a su ex.


Todo fingiendo tener una relaciĂłn.


De lo que no se da cuenta es de que este ratĂłn de biblioteca es virgen, y estĂĄ lejos de saber cĂłmo seducir a un mĂșsico. AsĂ­ que, para endulzar el trato, lo convenzo para que me ayude, no solo a captar la atenciĂłn de mi enamorado, sino a dejarle boquiabierto una vez que la tenga.


Pero cuanto mĂĄs me desenredo a manos de Clay Johnson, mĂĄs problemas tengo para discernir lo que es falso y lo que es indudablemente real, en particular, la forma en que mi corazĂłn palpita cada vez que ese hombre impresionante me toca.


Nosotros ponemos las reglas. Ponemos las salvaguardas.


Pero dicen que las reglas estĂĄn para romperlas.


Probablemente deberían haber añadido que los corazones también lo estån.





El mariscal de campo Holden Moore puede tener a la chica que quiera.

Excepto a mĂ­: la hija del entrenador.

Con sus penetrantes ojos verdes, sus bĂ­ceps hercĂșleos y sus irresistibles hoyuelos, Holden es el objetivo nĂșmero uno de todas las chicas del campus. Pero segĂșn sus compañeros de equipo, el fĂștbol es el Ășnico amor de su vida.

Él es su líder, su Mariscal y capitán del equipo que es todo negocio y nada de juego.

¿Pero cuando estoy con Ă©l? El Sr. Serio no es nada serio. Le encanta sacarme de quicio, clavarme esos ojos suyos tan sexys y provocarme hasta que lo muerdo.

Le recuerdo que estoy fuera de sus lĂ­mites.

No puede tenerme y yo no lo quiero a Ă©l ni a nadie.

Estoy aquĂ­ por una razĂłn: demostrarle a mi padre que soy algo mĂĄs que su mayor decepciĂłn.

Pero cuando una vieja lesión se reaviva y me veo obligada a trabajar con Holden todos los días como su entrenadora atlética, sus intentos de meterse en mi piel empiezan a ser mås difíciles de resistir.

No podemos ceder, por mucho que el aire crepite entre nosotros cuando estamos cerca.

Soy la hija del entrenador, y si Holden Moore quiere ser profesional, tiene que seguir las reglas de papĂĄ.

De lo contrario, estarĂĄ fuera del equipo.

Y Ă©l no es el Ășnico con algo que perder.







Leo Jodido HernĂĄndez.

El corredor estrella de la Universidad de North Boston, notorio soltero y nĂșmero uno en mi lista de personas que asesinarĂ­a si pudiera hacerlo.

¿Y ahora?

Es mi nuevo compañero de piso.

SolĂ­a pensar que lo amaba.

Pero eso fue antes de odiarlo.

Él no recuerda quiĂ©n soy, o cĂłmo hizo mi vida miserable durante años. Y antes de que, sin saberlo, me mudara al otro lado de la calle, no podrĂ­a haberme importado menos. VivĂ­a mi vida a pesar de Ă©l y de lo que pasĂł aquel verano, persiguiendo mi sueño de convertirme en tatuadora.

«El Pozo», como la universidad apodĂł con tanta gracia a la casa en la que vive con otros tres jugadores de fĂștbol, no ha sido mĂĄs que un grano en el trasero y un recordatorio constante del chico que me rompiĂł el corazĂłn. Verle desfilar con sus ligues de una noche dentro y fuera de la casa tampoco ayudaba.

Pero con un alquiler tan barato y tan cerca de la tienda de tatuajes, he aprendido a ignorarlo, por mucho que haya intentado meterse en mi piel.

Al menos, hasta este verano. Porque cuando un desastre de agua y moho no me deja otra opciĂłn que desalojar mi casa, no tengo adĂłnde ir. Y Leo HernĂĄndez me ofrece un trato que no puedo rechazar.

Vivir en El pozo con Ă©l y los chicos, gratis, hasta que mi casera arregle este desastre.

Ignorarlo era fĂĄcil cuando vivĂ­a al otro lado de la calle, pero ¿en la misma casa, con Ă©l sin camiseta la mitad del tiempo y observĂĄndome con su sonrisa chulesca y su mirada abrasadora? Es imposible.

Aun asĂ­, tengo que intentarlo.

Tengo que apartarlo, aunque me lo ponga muy difĂ­cil.

Ya me rompiĂł el corazĂłn una vez.

No dejaré que vuelva a hacerlo.




False Start


Kyle Robbins: El ala cerrada novato de Seattle y el primer chico que me rompiĂł el corazĂłn.


Ah, ¿he mencionado que tambiĂ©n es mi nuevo cliente… y falso novio?
Pensaba que habĂ­a dejado atrĂĄs a Kyle y nuestro complicado pasado, pero cuando se presenta como mi nuevo cliente en la exposiciĂłn de una casa, enseguida me acuerdo de lo mucho que me sigue atormentando.


Intento alejarme, pero el testarudo imbécil no lo acepta. De hecho, se empeña en trabajar conmigo, como si nuestra trågica historia no existiera.


El encargo de trabajar con Ă©l es la clave de una nueva vida para mĂ­ y mi hijo. Merece la pena aguantar al engreĂ­do atleta el tiempo suficiente para encontrarle una casa. Pero cuando Kyle ve los moretones que me ha dejado mi querido exmarido, cree que puede salvarme y, de repente, le interesa mucho mĂĄs que ser un cliente.


Antes de que me dé cuenta, estoy metida en un plan tan loco que podría funcionar. Kyle se hace pasar por mi falso novio para mantener a raya a mi ex hasta que cobre la comisión de la venta de la casa y me largue de Seattle para siempre.


Pero con un pasado tan lleno de química y tensión como el nuestro, no pasa mucho tiempo antes de que esas falsas caricias parezcan demasiado reales. Cada roce de su mano contra mi espalda me devuelve a aquella noche. Cada beso me marea con el amor que sentí a los dieciocho. Y cada día que pasa sin que le encuentre una casa me hace preguntarme cuånto tiempo mås podré sobrevivir a este juego.


Se suponĂ­a que las citas falsas eran por mi seguridad.


Pero no puedo evitar pensar que ahora mi corazĂłn corre mĂĄs peligro que nunca.




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