Si tienes pensado dar el salto y enamorarte será mejor que estés seguro de que haya alguien esperando para agarrarte.
Ante el carismático, y siempre seguro de sí mismo, Caleb Parker, Sadie Lane sintió la chispa… esa clase de atracción que surgía cuando dos personas eran totalmente diferentes. Ella era de las que vestía pantalones de chándal, él siempre de traje. Ella era tatuadora, él un puritano magnate. Pero después de colaborar en el rescate de un perro abandonado durante una tormenta, Sadie empezó a ver un aspecto vulnerable en el aparentemente invencible bombón.
A Caleb no le iba eso de las emociones, era un desastre para las relaciones. Algo que nunca le había preocupado… hasta que por fin empezó a enamorarse de Sadie.
Aunque Sadie y Caleb estaban espantados ante la innegable conexión, ¿serían capaces de admitir alguna vez que querían algo más? Todo dependería de lo que ambos estuvieran dispuestos a arriesgar
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