Dos desconocidos en ParĂs...
Un apasionado, transcendental beso.
Ăl era el artista del piso de arriba
Con sonrisa tentadora y ojos risueños.
Ăl era el demonio invitĂĄndome a pecar,
Seduciéndome a bailar bajo la brillante luz de la luna.
Ăl era deseo y necesidad.
Cuando me tocaba, mi cuerpo cantaba.
Mi alma cobraba vida.
Pero yo pertenecĂa a otro hombre,
Y Ă©l no querĂa dejarme ir.
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