Enamorarme de mi nuevo jefe nunca fue el plan.
Simplemente sucediĂł.
Cliff era controlador, frĂo y extremadamente desagradable.
Si no fuera por el hecho de que era extremadamente sexy, habrĂa odiado a ese hombre.
Pero habĂa algo mĂĄs ahĂ…
Pude sentirlo.
Y cuando una cosa llevĂł a la otra y mantuvimos relaciones en su oficina, sabĂa que esto era lujuria a otro nivel.
Era cuestiĂłn de tiempo que esa lujuria se convirtiera en amor…
¿Pero cuĂĄnto estaba dispuesto a dar?
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