Cuando eres guardaespaldas, se requiere que tengas la cabeza frĂa, un ojo alerta y un corazĂłn de acero.
No puedes permitir que tus decisiones sean influenciadas por las emociones, por lo que estĂĄ prohibido enamorarse de tu cliente.
Es una regla que nunca me ha afectado, pero ahora... despuĂ©s de poner los ojos en la cientĂfica de cabello llameante y mejillas pecosas Catriona Hennessy, estoy teniendo dificultades para recordar mi propio nombre y mucho menos un polvoriento y arcaico cĂłdigo de Ă©tica.
Dos minutos después de nuestra introducción, concluyo que la moral, los principios y las directrices son para los perdedores.
HarĂa falta una bomba para que la dejara en paz.
No puedes permitir que tus decisiones sean influenciadas por las emociones, por lo que estĂĄ prohibido enamorarse de tu cliente.
Es una regla que nunca me ha afectado, pero ahora... despuĂ©s de poner los ojos en la cientĂfica de cabello llameante y mejillas pecosas Catriona Hennessy, estoy teniendo dificultades para recordar mi propio nombre y mucho menos un polvoriento y arcaico cĂłdigo de Ă©tica.
Dos minutos después de nuestra introducción, concluyo que la moral, los principios y las directrices son para los perdedores.
HarĂa falta una bomba para que la dejara en paz.
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