1) Underboss
Como hijo mayor del actual jefe de la mafia de Seattle, la vida de Carmine Martinelli nunca ha sido la suya. Pero no le importa porque su familia significa más para él que su vida. Por eso está decidido a hacer pagar a los responsables de la muerte de sus tíos, de formas ingeniosas y horripilantes. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que infiltrarse en la mafia rusa desde adentro? Es bueno que la princesa de Bratva sea deslumbrante y aparentemente esté dispuesta a hacer lo que le pida. Esta venganza podría ser la combinación perfecta de negocios y placer.
Nadia Tarenkov tiene varias cosas en su contra: es una mujer y no es la hija mayor de su familia. Pero no importa. Tiene la mira puesta en gobernar el sindicato y siempre consigue lo que quiere. Cuando el heredero de una de las familias criminales más poderosas de Estados Unidos llama a la puerta, Nadia lo ve como el regalo que es. Él cree que la ha engañado, pero ella es más inteligente, más astuta y siempre dos pasos por delante. Ella vencerá al hermoso mafioso en su propio juego y asegurará su lugar en el redil.
Sin embargo, lo que ninguno de los dos tiene en cuenta es que no son los únicos con planes mortales en marcha. Para sobrevivir, tendrán que aclararse y trabajar juntos, y reconocer que el amor creciente que han estado fingiendo no existe, es muy real.
2) Headhunter
Como hijo de uno de los jefes de la mafia más prominentes de Estados Unidos, Shane Martinelli siempre ha estado inmerso en los bajos fondos de la sociedad. Aprender a desenvolverse en ella y mantenerse al margen funcionaba bien hasta que una conocida aparece extraviada y él se teme lo peor. Desde el momento en que puso sus ojos en ella, no ha dejado de pensar en ella. Por suerte, como ex agente especial, está especialmente cualificado para localizarla y mantenerla a salvo. Por desgracia, nadie se lo pone fácil, ni la gente que se la llevó ni la propia mujer.
Ivie Jordan ha llevado una vida bastante tranquila, y así es como le gusta. Sobre todo porque es la primera en admitir que no se le dan bien las situaciones sociales. Es una orgullosa propietaria de un negocio y, aunque no tiene familia, cuenta con una red de personas que se preocupan por ella. No sabía que ser aceptada en ese redil venía acompañado de una lista de problemas. Cuando ocurre lo peor y se ve obligada a confiar en el apuesto héroe alfa que acude a rescatarla, descubre a su malvada interior y a la sensual zorra que lleva en el otro hombro.
Lástima que los dos estén literalmente corriendo por sus vidas y tratando de garantizar la seguridad de sus seres queridos. Hay mucho más en juego de lo que parece.
Es hora de que los cazados se conviertan en cazadores.
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