1Âș Sweet Liar
El ejecutivo publicitario britĂĄnico Dylan Locke no busca el amor. No busca el destino. Definitivamente no estĂĄ buscando a Audrey Lind. Es bonita, demasiado joven y demasiado romĂĄntica, en resumen, agotadora.
Pero cuando la niña, lo suficientemente joven para ser su hija, literalmente aterriza en su regazo y le pide su experiencia, estarĂa mintiendo si dijera que no estaba interesado. En su cuerpo, en su inocencia, en su filosofĂa.
En el tipo de amor que empieza con besos.
Pero Audrey tampoco busca el amor, busca lecciones y estĂĄ segura de que Dylan sabe todo lo que necesita aprender.
Si acepta jugar al maestro, ¿podrĂĄ conservar su corazĂłn?
Por supuesto que puede.
Por otra parte, podrĂa estar mintiendo.
Sweet Fate
La conclusiĂłn de la historia de Dylan y Audrey comenzĂł en Sweet Liar.
Dylan Locke sabe que suspirar por la joven ingenua Audrey Lind no tiene sentido. No puede ofrecerle lo que quiere. Definitivamente no puede darle lo que necesita. Gracias a Dios ella estĂĄ a medio mundo de distancia, y Ă©l no tiene que lidiar con su atracciĂłn de frente.
Pero el destino tiene otros planes para Ă©l, y cuando Audrey una vez mĂĄs aterriza en su camino, es muy fĂĄcil volver a caer en su ritmo fĂĄcil. Y luego sus bromas fĂĄciles. Y, por supuesto, los brazos del otro.
Se dice a sĂ mismo que nada ha cambiado. Ella todavĂa quiere su para siempre, y Ă©l todavĂa piensa que mañana es suficiente. Pero ver su bĂșsqueda no es tan fĂĄcil como pensĂł que serĂa, y ahora Dylan debe averiguar si realmente es el amor de Scrooge que profesa ser o si ha sido la vĂctima voluntaria de Fate todo el tiempo.
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