El desconocido sentado a mi izquierda no me ha quitado ojo desde que entré en el bar.
Me invita a una copa y le cuento por qué estoy mimando mi autoestima.
Es implacable en su empeño. Es justo el tipo de atención que una chica necesita después de dos malas rupturas cuando entra mi ex.
El mismo ex que me dijo que querĂa explorar el ocĂ©ano despuĂ©s de haberle dado tres años de mi vida.
El hombre dice que harĂĄ el papel de mi falso novio si paso la noche con Ă©l. Promete dar un buen espectĂĄculo a mi ex y poner el listĂłn alto para el prĂłximo hombre que visite mi cama.
De modo que acepto su oferta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario