Saving Mason

 

Algunos podrían llamarme bastardo. Ella me llama papi.

Soy un ermitaño.

Un viejo gruñón que no folla un carajo y solo me queda un amigo en este mundo.

Ese amigo logra convencerme de salir a una noche de copas; es exactamente lo que necesito, aunque todo lo que quiero hacer es regodearme.

Entonces es cuando la veo.

MASON, una dulce cosita de cabello rosa que parece que debería estar vendiendo entradas para un baile de graduación, no moliendosé contra mí en la pista de baile de un bar. Nuestra primera interacción casi me pone de rodillas. A ella no le importa nuestra diferencia de edad, aunque yo soy casi tres veces mayor que ella.

Soy lo último que necesita, pero una vez que la pruebo, ella se convierte en lo único que anhelo.

Y no soy conocido por dejar de lado mis obsesiones.

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