Como un lobo solitario, he estado por mi cuenta durante mucho tiempo.
Mantengo las distancias con los humanos y me escondo en el bosque, asegurĂĄndome de no acercarme demasiado.
Hasta el dĂa en que la encuentro tirada en el suelo del bosque, golpeada, rota, sola.
Nunca esperĂ© que mi compañera fuera humana, ni tan hermosa. Todo en ella me hace querer marcarla y reclamarla como mĂa. Pero no puedo, no lo harĂ©. No todavĂa.
Las cosas empeoran cuando intenta escapar y el lobo que hay en mà se libera, revelando la bestia que hay debajo. Mi compañera puede correr, pero nunca podrå esconderse.
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