Eloise no tenía la vista puesta en un puesto en la Casa Blanca hasta que el héroe de guerra Pierce McAlister decidió presentarse a las elecciones. Honesto, valiente y decidido, es el hombre que los Estados Unidos se merece. Pero con toda esa responsabilidad recayendo sobre sus musculosos hombros, ¿quién va a elogiarlo después de un largo y difícil día dirigiendo el país?
Si los sueños de Eloise se hacen realidad, será ella. Y la suerte quiso que, cuando por fin se conocieron en el Despacho Oval, ella también hiciera realidad todas sus fantasías.
Ojalá no fuera su jefe y doce años mayor que ella. Convencer a un hombre tan decente para que ceda y le dé el gusto puede ser todo un reto, pero ella le debe a su amor -y a la democracia- intentarlo con todas sus fuerzas...
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