
Cuando el tĂo que estĂĄ sentado junto a mĂ en el bar coquetea conmigo, con esa sonrisa canalla y un traje carĂsimo, no me doy ni cuenta de que estoy a punto de tener un rollo de una noche con el hombre que me muero por que me contrate.
Al dĂa siguiente, despuĂ©s de esa aventura que pone mi mundo —y mi cuerpo— patas arriba, empiezo un trabajo de verano como doncella en un hotel de cinco estrellas, aunque estoy decidida a abrirme paso en el mundo de la tecnologĂa. Mientras quito el polvo y dejo reluciente la Suite Park, entra el Señor Sonrisa Canalla con expresiĂłn gĂ©lida.
¿Por quĂ© el hombre de la noche anterior, que era tan encantador —y tan bueno con la lengua—, se comporta de un modo tan antipĂĄtico esta mañana?
Cuando uno los puntos por fin, me doy cuenta de que el huĂ©sped de la Suite Park no es otro que Ben Fort, el magnate de la tecnologĂa para el que quiero trabajar.
Ben ha mantenido oculta su identidad durante años, y quiere saber cĂłmo lo he descubierto tan fĂĄcilmente. Mientras me interroga, no pierdo el tiempo diciĂ©ndole que es un gruñón —supersexy— al que le hace mucha falta relajarse... y que deberĂa ofrecerme un empleo.
No quiero llegar a la cima saltando de cama en cama, y Ă©l no se fĂa de mĂ, pero ninguno de los dos puede resistirse a las chispas que surgen entre nosotros cada vez que le mullo las almohadas.

Odio a mi jefe.
O sea, lo detesto .
Hace dos años, me rompiĂł el corazĂłn a medias y... todavĂa no recuerda quiĂ©n soy.
Bueno, estaba cubierta de pintura corporal azul elĂ©ctrico y llevaba una peluca, pero ¿es esa una buena excusa para no recordar a la chica que dijiste que era tu destino?
Ahora estoy atrapada trabajando para el imbécil porque solo él puede darme el trabajo que de verdad quiero: gerente de su hotel.
Cuando necesita una prometida falsa por negocios, hay una soluciĂłn fĂĄcil: chantaje.
Tiene que darme una oportunidad como gerente de hotel a cambio de usar su anillo.
Es un plan perfecto... hasta que recuerda cuando nos conocimos.
Las cosas cambian de repente y ahora me mira con ojos que ven directamente a mi verdadero yo, me toca con manos que me debilitan y me besa con una boca que amenaza con hacerme cosas que ni siquiera se mencionan en las pelĂculas.
Solo hay un pequeño inconveniente: no confĂo en que no me rompa el corazĂłn otra vez.
Un romance de pacto matrimonial independiente de la autora mĂĄs vendida del USA Today, Louise Bay.
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