No digas su nombre.
Esa era la Ășnica regla que seguĂan mis compañeros de banda, porque sabĂan lo mucho que me afectaba pensar en ella, especialmente durante la gira.
Mi ex, Nicole.
La que se escapĂł y la mujer que todavĂa poseĂa cada pedazo de mi corazĂłn.
Después de nuestro divorcio, me lancé de lleno a la escena del rock, tratando de olvidar mi desamor.
Tres años después de que nos separamos, una llamada telefónica de Nicole lo cambió todo.
Me dijo que su abuela no estaba bien.
Mimi todavĂa era familia para mĂ, y aparentemente tenĂa un deseo antes de morir: pasar tiempo con nosotros, Nicole y yo.
Con la cuidadora de Mimi fuera de vacaciones, serĂa el momento ideal para que nos mudĂĄramos con ella durante un par de semanas.
Por supuesto, no podĂa negarme.
Pero habĂa una trampa.
Al parecer, Nicole nunca le dijo que nos habĂamos divorciado.
No habĂa creĂdo que Mimi pudiera manejarlo, porque su abuela me amaba tanto.
Entonces, no solo tendrĂa que volver a ver a Nicole, sino que estarĂa fingiendo ser todavĂa su esposo.
Dos semanas en una casa diminuta en un pueblo pequeño con la mujer que me rompió el corazón. ¿O fui yo quien le rompió el suyo?
Fue complicado.
Y estaba a punto de ser mucho mĂĄs complicado compartir una cama en la habitaciĂłn de invitados con una mujer que ya no era mĂa
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