
Este señor demonio me ha reclamado como suya...
Y lo odio por eso.
Olvaar me arranca de mi vida.
Dice que soy su pago por la deuda de mi padre.
Pero no me rendiré. No me someteré.
Incluso si ambos queremos que lo haga.
Odio la forma en que me mira. CĂłmo se atreve a tocarme.
CuĂĄnto empiezo a desearlo.
Es un monstruo. Uno que odio...
Entonces, ¿por quĂ© lo anhelo?
Lucho contra él a cada paso, pero...
El odio y el deseo estĂĄn empezando a sentirse igual.
Me estoy enamorando del enemigo.
Olvaar puede haber reclamado mi vida.
Y estaré maldita si dejo que reclame mi alma...
Pero podrĂa arrebatĂĄrmela como suya.
Ya sea que yo lo quiera o no.
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