
Los dioses enviaron monstruos a los cinco reinos para recordar a los mortales que deben arrodillarse.
He pasado mi vida arrodillada, ante su voluntad y ante la de mi padre. Como princesa, mi Ășnico deber es llevar la corona y obedecer al rey.
Nunca estuve destinada a gobernar. Nunca estuve destinada a luchar. Y nunca se suponĂa que iba a ser la hija que sellara un antiguo tratado con su propia sangre.
Pero eso cambiĂł el fatĂdico dĂa en que entrĂ© en la sala del trono de mi padre. El dĂa en que un legendario cazador de monstruos llegĂł a nuestras costas. El dĂa en que un prĂncipe arruinĂł mi vida.
Ahora estoy cruzando tierras traicioneras junto a un guerrero que me desprecia tanto como yo a él, atada a un futuro que no elegà y a un esposo al que apenas conozco.
Todos quieren que sea algo que no soy: una reina, una espĂa, un sacrificio.
Pero, ¿y si rechazara el papel que me han asignado? ¿Y si estableciera mis propias reglas? ¿Y si hubiera poder en ser subestimada?
¿Y si, por primera vez, lo alcanzara?
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