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Una relación falsa, una cama compartida y un multimillonario con preferencias especiales.
El karma es una perra con sentido del humor: primero mi prometido me deja plantada en el altar, y luego tropiezo, todavía con mi vestido de novia y mi tarta nupcial a cuestas, justo a los pies de Alexander Stirling. Multimillonario. Maniático del control. Y definitivamente demasiado atractivo para ser legal.¿Su solución para mi caos? Un año de matrimonio falso a cambio de un millón de dólares. Perfectamente planificado, calculado con frialdad —típico de Alexander.
Lo que no figuraba en el contrato:
✓ ¡Una única (!) cama en su ático.
✓ Esa puerta prohibida, tras la que acechan sus secretos más oscuros.
✓ La forma en que su voz se vuelve profunda cuando me mira.
✓ Y maldita sea, esas miradas que prometen que sabe exactamente lo que quiere: a mí.
La mitad de la alta sociedad neoyorquina mataría por un lugar en su cama. ¿Y yo? Estoy a punto de enamorarme del hombre que trata los sentimientos como una enfermedad contagiosa.
Pero quizás a veces se necesite un corazón roto y un bastardo con una conciencia profundamente enterrada para encontrar tu verdadero final feliz...
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