JULIAN
Un dĂa me llevĂ© la sorpresa de mi vida cuando estaba en medio de una reuniĂłn y me llegĂł una entrega. No era una entrega ordinaria. Era una bebĂ©. Mi bebĂ©. La bebĂ© que ni siquiera sabĂa que existĂa. Vino con una carta de una mujer con la que pasĂ© un fin de semana hace mĂĄs de un año y que no habĂa visto ni hablado desde entonces. DudĂ© que la niña fuera siquiera mĂa.
Crecer en una casa de acogida toda mi vida y ser rebotado de casa en casa, dejĂł su marca en mĂ. No me gustaban los niños, y ciertamente nunca planeĂ© tener ninguno. No estaba en condiciones de ser padre y cualquiera que me conociera, lo sabĂa. ExplorĂ© todas las opciones, y no iban por mi camino tan rĂĄpido como esperaba. Mientras estaba parado en el pasillo de los pañales en Target en total confusiĂłn, conocĂ a una mujer. Era hermosa, y parecĂa gustarle mi supuesto hija. Eso era suficiente para mĂ, asĂ que la contratĂ©. No estaba preparado para lo que vendrĂa despuĂ©s.
GEORGIA
Solo habĂa estado en Nueva York unas pocas horas cuando fui a Target a recoger algunos artĂculos que necesitaba. No esperaba encontrarme con un hombre y su adorable bebĂ© en el pasillo de los pañales mientras pasaba por allĂ. Le preguntĂ© por quĂ© la habĂa dejado sola en el carrito. BĂĄsicamente me dijo que me metiera en mis propios asuntos. Luego me preguntĂł si sabĂa algo sobre pañales. TenĂa alguna experiencia con niños, asĂ que le ayudĂ©. Me ofreciĂł un trabajo temporal como niñera, y aceptĂ© porque necesitaba el dinero. No tenĂa ni idea de en quĂ© me estaba metiendo hasta que fue demasiado tarde.
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