Adley York es todo lo que quiero en una mejor amiga.
Ella es honesta, amable y dice lo que piensa. El hecho de que no le importe que yo sea caliente como el infierno y rico como el pecado la convierte en la persona perfecta para pasar el rato.
Soy el primero en admitir que mi mente vaga a otros lugares cuando estoy con ella. ¿QuiĂ©n puede culparme? No es solo el hecho de que Adley sea hermosa. TambiĂ©n es inteligente como un lĂĄtigo y la persona mĂĄs intrĂ©pida que he conocido.
Sin embargo, ella estĂĄ completamente fuera de lĂmites.
Cuando la desafĂo a un juego de Verdad o Reto, me prometo a mĂ mismo mantenerlo limpio.
Eso se estrella y arde en el instante en que ella me pregunta sobre mi primera vez.
Cruzamos una lĂnea que juramos nunca cruzar, pero quiero mĂĄs.
Ella dice que soy un problema. Ella tiene razĂłn.
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