Llegué, la vi, la quise.
Cuando puse los ojos en Milana, supe inmediatamente que tenĂa que tenerla. No me importaba que tuviera que ir a una cita con otra persona. Ni siquiera me importaba si tenĂa que fingir que era dicha cita a ciegas. SabĂa que ella me pertenecĂa y la tendrĂa aunque el mundo entero estuviera en mi contra.
LlegĂł, me vio, me quiso.
He tropezado mucho en mi vida. Mi segundo nombre deberĂa ser “upss”. Las cosas no siempre salen como quiero, y por eso me sorprende que la cita que me organizĂł mi mejor amiga resulte ser un hombre guapĂsimo que me deja boquiabierta: es demasiado guapo y encantador para el bien de cualquiera. Lleva desamor escrito por todas partes. Aunque ahora estĂĄ decidido a no perderme de vista, me temo que si cedo, serĂĄ el mayor error de mi vida cuando se dĂ© cuenta de que todos esos descuidos que hago no son tan adorables como Ă©l cree.
Hola, buenos dias, llevo años siguiendote y me encanta tu pĂĄgina. Desde comienzos de año no puedo acceder a la pĂĄgina principal, sĂłlo al blog de respaldo, pero no estĂĄ actualizado. ¿Sabes cual puede ser el problema?. Gracias y disculpa las molestias
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