1
¿Te acuerdas del vecino sexy del que estuviste enamorada durante toda tu adolescencia? Imagina que lo ves diez años despuĂ©s y resulta ser un completo imbĂ©cil, entonces ya sabes cĂłmo me siento.
Nuestro Ășltimo encuentro fue incĂłmodo, ya que me metĂ por la ventana de su habitaciĂłn para convertir mi enamoramiento no correspondido en algo... correspondido. Ese dĂa ya fue bastante malo, pero las cosas se pusieron peor.
Noah Griffin se convirtiĂł en uno de los mejores jugadores de fĂștbol del paĂs y una transferencia a los Washington Wolves, el equipo para el que trabajo, lo deja en mi puerta. El momento no podrĂa ser peor, porque mi jefa acaba de darme la oportunidad de mi vida, y ese ascenso recae directamente sobre los hombros grandes, musculosos y condescendientes de Noah.
Ăl no quiere tener nada que ver conmigo, y el sentimiento es muy mutuo, pero por el bien de mi carrera, puedo ignorar todas esas cosas de Ă©l que me vuelven loca. Sus ojos. Su boca. Sus grandes, grandes... manos. HASTA QUE UN DĂA, NO PODEMOS IGNORARLAS MĂS.
Pero ¿Has escuchado lo que dicen sobre la lĂnea entre el amor y el odio? Tienen mucha razĂłn.
¿Te acuerdas del vecino sexy del que estuviste enamorada durante toda tu adolescencia? Imagina que lo ves diez años despuĂ©s y resulta ser un completo imbĂ©cil, entonces ya sabes cĂłmo me siento.
Nuestro Ășltimo encuentro fue incĂłmodo, ya que me metĂ por la ventana de su habitaciĂłn para convertir mi enamoramiento no correspondido en algo... correspondido. Ese dĂa ya fue bastante malo, pero las cosas se pusieron peor.
Noah Griffin se convirtiĂł en uno de los mejores jugadores de fĂștbol del paĂs y una transferencia a los Washington Wolves, el equipo para el que trabajo, lo deja en mi puerta. El momento no podrĂa ser peor, porque mi jefa acaba de darme la oportunidad de mi vida, y ese ascenso recae directamente sobre los hombros grandes, musculosos y condescendientes de Noah.
Ăl no quiere tener nada que ver conmigo, y el sentimiento es muy mutuo, pero por el bien de mi carrera, puedo ignorar todas esas cosas de Ă©l que me vuelven loca. Sus ojos. Su boca. Sus grandes, grandes... manos. HASTA QUE UN DĂA, NO PODEMOS IGNORARLAS MĂS.
Pero ¿Has escuchado lo que dicen sobre la lĂnea entre el amor y el odio? Tienen mucha razĂłn.
2
DeberĂa haberlo pensado mejor antes de cambiar de lugar con mi hermana gemela.
Nadie creerĂa que yo, Claire Ward, la estudiante sobresaliente que nunca se mete en problemas, me harĂa pasar por mi hermana solo para ganar una noche de fiesta con el chico del que he estado enamorada desde siempre. Pero ¿de quĂ© otra forma podrĂa hacer que su mejor amigo Finn se fije en mĂ?
HabrĂa funcionado perfectamente. Excepto que Finn no fue el tipo que me recogiĂł esa noche.
En el lugar de Finn, vestido con un esmoquin perfectamente entallado y luciendo como un pecado, estå su hermano, Bauer. Finn es exactamente lo contrario en todos los sentidos, mi cita para la noche es un snowboarder tatuado con una sonrisa sexy y un resentimiento del tamaño del Monte Olimpo.
DeberĂa haberlo pensado mejor porque ahora la chica buena estĂĄ atrapada con el chico malo por una noche, y las consecuencias de eso son mucho mĂĄs grandes de lo que podrĂa haber imaginado.
¿Has oĂdo hablar de la impulsiva estudiante de posgrado estadounidense y el melancĂłlico britĂĄnico que discutĂan sobre quĂ© tipo de fĂștbol era mejor?
Es una buena historia, especialmente porque termina conmigo sosteniendo una prueba de embarazo en mi pequeño piso de Oxford.
En mi defensa, nunca tuvo la intenciĂłn de ser mĂĄs que un coqueteo inofensivo, pero Ă©l solo estaba sentado ahĂ, con su acento, sus mĂșsculos y sus tatuajes, diciĂ©ndome que su fĂștbol era mejor que el que crecĂ viendo jugar a mi hermano.
Lo siguiente que supe fue que el coqueteo se puso mucho mĂĄs caliente y, aunque no estaba segura de volver a verlo alguna vez, mi Brit misterioso, era el tipo de noche que una chica va a recordar a la tumba.
Sin embargo, ya sabes cĂłmo va la historia... unas semanas mĂĄs tarde, la chica impulsiva se pone un poco vomitona y ve un titular deportivo que muestra a su misterioso Brit pateando la pelota blanca y negra que nos metiĂł en este lĂo.
Créeme, yo tampoco lo vi venir.
Hacen falta muchas cosas para ponerme nerviosa, pero nada podrĂa haberme preparado para el dĂa en que Aiden Hennessy cruzĂł las puertas de mi querido gimnasio, con los papeles de propiedad en sus grandes manos.
SĂ© muchas cosas sobre mi guapĂsimo nuevo jefe, un antiguo luchador cuyos pĂłsters solĂan decorar las paredes de mi habitaciĂłn.
SĂ© que se retirĂł en la cima de su fama para cuidar de su mujer enferma.
Sé que ahora es papå soltero y estå criando a una adorable niña.
Y sĂ© que, por muy melancĂłlico y callado que sea, mi inocente enamoramiento adolescente se ha convertido en una fantasĂa adulta muy inapropiada.
Lo habrĂa superado, hasta que una noche entrenando con Ă©l en el gimnasio, queda claro que mis sentimientos no son tan unilaterales.
Es imposible fingir que no lo quiero. Especialmente cuando tengo que verle todos los dĂas, y verle cuidar de su hija.
Aiden piensa que soy demasiado joven para Ă©l. Dice que no deberĂa quererme.
Pero basta un paso para demostrar que lo que dicen es cierto:
la fruta prohibida es la mĂĄs dulce.
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