Accidentalmente pasé la noche con el jefe de la Bratva. Y ahora estoy embarazada.
Después de la peor semana de mi vida, me desahogué con un desconocido mucho mayor que yo.
Poco sabĂa que estarĂa mirando dos rayas en una prueba de embarazo.
Poco sabĂa que su siguiente paso es obligarme a casarme con Ă©l.
Dice que necesita un heredero, y yo lo llevo.
Dice que me reclamarĂĄ como su novia mafiosa aunque yo no quiera.
La Bratva no acepta un no. La Bratva toma lo que quiere.
Asà que lo siguiente que sé es que me tiene con los ojos vendados en la parte trasera de una furgoneta.
Sus dedos en mis voluptuosas curvas me hacen olvidar que no quiero casarme con él.
Su beso en mis labios magullados me hace olvidar que intentaba escapar.
Me ha quitado todo lo que tenĂa pero me ha embarazado.
¿Me romperĂĄn para siempre sus manos despiadadas?
¿O sanarĂĄn mi lugar mĂĄs vulnerable?
La Bratva rusa de Miami tiene tres reglas: resolver los problemas con violencia, pintar las calles con sangre y romper corazones a voluntad. No son amables, no son gentiles y no hacen concesiones. Pero a puerta cerrada, te mostrarĂĄn lo que realmente significa el amor despiadado.
Una noche con un ruso frĂo me dio un bebĂ© secreto. Ahora estoy obligada a casarme con Ă©l.
No sabĂa que estaba prometida a Ă©l al nacer.
No sabĂa que me secuestrarĂan para obligarme a este matrimonio concertado.
Pero ahora soy un peón en un juego de la Bratva, y él dicta las reglas.
SĂ© lo peligroso que es. He visto la sangre en sus manos.
La Bratva gobiernan nuestra ciudad. La Bratva toma y da lo que quiere.
Y ahora mismo, Ă©l me quiere a mĂ. Quiere poseerme, controlarme.
Me quiere como su novia Bratva, y a nuestra hija como su heredera.
HabĂa olvidado lo que se siente al sentir sus ĂĄsperos labios sobre los mĂos.
HabĂa olvidado cĂłmo sus frĂas manos encienden fuegos a lo largo de mi cuerpo.
HabĂa olvidado que no querĂa casarme con el padre de mi bebĂ©.
Pero ahora que estamos aquĂ, sĂłlo Ă©l y yo...
¿Puedo entregarme al despiadado Bratva... otra vez?
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