Casi me mata cuando me la arrebataron.
Mi otra mitad. La Ășnica luz en mi oscuridad.
Mi gemela.
TodavĂa vive dentro de mi mente, y la siento en cada aliento que tomo.
JurĂł por su vida que nunca me olvidarĂa.
Pero mintiĂł.
AsĂ que ahora tiene que pagar el precio.
Porque un juramento es un juramento... no hay cruces que valgan.
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