Swipe me
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Escuela nueva. Una noche. Un nuevo infierno.
Vale, quizá estoy siendo un poco dramática... pero escúchame. Después de intentar olvidar a mi ex acostándome con otro chico, no pensé que volvería a ver a ese chico jamás.
Mucho menos tenerlo frente a mí... en mi nueva casa.
Devin Walker.
Mi nuevo vecino.
El jugador más sexy de la línea defensiva de Covey U... y yo no tenía ni idea.
Lástima que estábamos en plena guerra de bromas, lo que significaba que teníamos que mantener todo en secreto frente a mis nuevas compañeras de piso.
Broma tras broma, secreto tras secreto... y cada vez era más difícil fingir que no pasaba nada. ¿Cuánto tiempo podríamos seguir así sin que nos descubrieran?
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Perdonar y olvidar.
¿Cómo podría hacerlo, después de todo lo que hice?
Covey U se suponía que sería un nuevo comienzo.
Con una nueva identidad, debía poder olvidar el pasado y seguir con mi vida.
Pero eso era imposible...
cuando mi pasado me miraba directamente a los ojos en forma del mejor receptor universitario del país.
Adam Hartley.
Mi mayor arrepentimiento.
Mi peor error.
El chico con el que debería haber estado en el instituto... ahora está aquí.
Pero no puede saber que soy yo.
Si lo descubre, también conocerá mi secreto más vergonzoso.
Así que tengo que mantenerme en las sombras.
El problema es que... está saliendo con mi compañera de cuarto. Y yo tengo que mirar desde lejos.
¿Podrá Hayden superar su pasado y contarle la verdad a Adam?
HATE ME
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¿Amar al vecino? Más bien odiar al sexy y arrogante quarterback de al lado.
Aiden Matthews es todo lo que detesto: un playboy engreído que solo piensa en su propia satisfacción. Todavía no entiendo cómo terminé aceptando una cita con él en primer año... pero debería haber sabido que era una trampa.
Desde que apareció en mi vecindario, no ha sido más que un caos con abdominales. Entra y sale de mi vida cuando quiere, nunca cuando yo lo decido.
Declaramos la guerra en primer año... y ninguno de los dos ha retrocedido.
Solo hay un pequeño gran problema:
Con la casa de mi abuela en juego, necesito desesperadamente su ayuda.
Y la única forma de conseguirla... es jugando a su juego. Con sus reglas.
No estoy segura de que me vayan a gustar esas reglas.
¿Cómo sobrevivirá Lyss cuando tenga que portarse bien con su vecino salido del infierno?
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Yo, Thea Joyce, estoy oficialmente maldita.
Si el “incidente” en el instituto o el “accidental” incendio en la residencia no eran suficientes para convencerme, esto sí lo fue. ¿Por qué? Porque mi dulce y demasiado talentoso hermano ha decidido abandonarme durante diez días.
¿Y a quién me deja?
Con su insufrible y demasiado guapo-para-llevar-gorra mejor amigo: Jackson James .
Un tipo que ha hecho de arruinarme la vida su misión personal, insulto tras insulto.
No nos soportamos. En absoluto.
Yo creo que es un vago mujeriego.
Él piensa que soy un desastre con patas.
Y ahora, gracias a ese estúpido incendio, estoy atrapada viviendo con él.
Sola.
Durante diez días.
Diez. Días. Completos.
Pero entre el silencio pasivo-agresivo, las discusiones constantes y ese pequeño incidente embarazoso donde casi me ofrecí a cambio de una porción de pizza (no preguntes), algo cambia.
Él empieza a mirarme distinto. A actuar distinto.
Y entonces suelta la bomba:
Está enamorado de mí.
Sí, claro.
Lo atribuyo a un episodio temporal de locura.
Pero luego, un juego imprudente de Yo nunca, nunca… se convierte en algo que NUNCA vi venir.
Ya no hay vuelta atrás.
Y la verdadera pregunta es…
¿Qué demonios se supone que debo hacer ahora?
7. Remember me
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Doce parejas. Un fin de semana. Cero calma.
Sobrevivimos a la universidad, la distancia, montones de bebés, traumas emocionales y más desnudos accidentales de los que quisiéramos admitir.
¿Y ahora? Nos reunimos para un último fin de semana épico—con partes iguales de ternura, locura… y muchas malas decisiones.
Es el final de una era, y el grupo está de vuelta:
Los que están casados.
Los que deberían estarlo.
Los que todavía niegan que son algo (aunque ya hablen de anillos).
Y los que solo vinieron por el buffet y el drama.
Desde jets privados y besos en el asiento trasero hasta podcasts, nervios de día de partido, planes secretos y demasiados “¿te acuerdas de aquella vez…?” —este fin de semana es un caos… del mejor tipo.
Es nuestra despedida.
Una última celebración del amor, la amistad y el hermoso desastre en que nos hemos convertido.
Así que ponte tu vestido de jersey, empaca el tequila y prepárate para llorar sin vergüenza.
Porque esta vez jugamos en serio—y nos decimos adiós.
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