EmpezĂł como una fiesta de empresa con temĂĄtica de disfraces.
AcabĂł conmigo bebiendo demasiadas copas de champĂĄn y teniendo una aventura de una noche con un desconocido enmascarado en una habitaciĂłn trasera.
El sexo habĂa sido sucio, pervertido, y me habĂa corrido tres veces. Y todo eso ocurriĂł sin que me quitara el vestido.
No me avergoncé de haberme dejado follar por un completo desconocido. De hecho, me excitaba mås.
No fue hasta la mañana siguiente, cuando la niebla del alcohol se disipĂł, que mirĂ© la galerĂa de la cĂĄmara de mi telĂ©fono.
Lo que me impactĂł no fueron las fotos explĂcitas que nos habĂa hecho.
Fue el hecho de que me habĂa acostado con... mi jefe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario