Sabana
ImagĂnense mi sorpresa cuando llega a mi mesa la oportunidad de entrevistar al hombre mĂĄs famoso del paĂs condenado a muerte. Su confesiĂłn final. Es una oportunidad demasiado buena para rechazarla. Robbie Hammond tiene edad suficiente para ser mi padre, un hombre condenado por el asesinato de al menos catorce mujeres. Es peligroso, mortal. Intenso en formas que no puedo explicar. Sin embargo, a pesar de las señales de alerta, su magnetismo me atrae hacia Ă©l. Soy incapaz de luchar contra ello.
Robbie
No todo es lo que parece. En el momento en que Savannah puso un pie aquĂ, se estremeciĂł como una hoja en el viento, apenas capaz de mantener el contacto visual sin que un sonrojo le subiera por el cuello. No puedo quitarle los ojos de encima. No es ningĂșn error que ella estĂ© aquĂ, mirĂĄndome desde el otro lado de la mesa. Hay una razĂłn por la que sĂłlo accedĂ a hablar con Savannah Campbell antes de que me sacrificaran: por quĂ© tiene que ser ella. Debajo de la sonrisa temblorosa se esconde una oscuridad que reconozco. Una oscuridad que despierta mi interĂ©s. Pero la pregunta es: ¿a quĂ© profundidad llega?
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