Una carta cambió mi vida.
Una noche con él podría cambiar mi destino para siempre.
Heredar una casa en la playa en un pequeño pueblo del que nunca escuchaste hablar no es lo ideal.
¿Enamorarme del malhumorado dueño del bar que me odia porque quiere la casa? Es aún peor.
Vine a Carrington Cove por una razón: renovar la casa de la que no sabía nada, venderla y regresar a mi vida en Washington D.C. y a mi negocio multimillonario.
No estaba en mis planes enamorarme de Dallas, el sexy ex marine que me reprende por mis modales y me oculta cómo ahuyentar a los gansos asesinos de mi propiedad.
Pelear con él se convierte en nuestra propia forma retorcida de juegos preliminares. Pero ¿su lengua?
Resulta que tiene otros talentos además de discutir verbalmente conmigo.
Nuestro intercambio de palabras se convierte en gemidos en la oscuridad, nuestras peleas en aprender más el uno del otro, y cuanto más nos acercamos, más me pregunto si estoy destinada a quedarme aquí con el hombre del que me estoy enamorando.
Hasta que una noche, me doy cuenta de que él y yo compartimos una conexión que ninguno de los dos podría haber anticipado.
¿Me iría de este pueblo sintiéndome más perdida que nunca?
¿O es posible que por fin haya encontrado el lugar al que pertenezco?
Someone you deserve
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Penn Sheppard es el tipo de hombre que cualquier mujer sería afortunada de tener: trabajador, hábil con herramientas y confiable.
Pero no puedo tenerlo porque solía ser el mejor amigo de mi exmarido.
Me convertí en madre soltera de dos hijos sin aviso, y Penn estuvo ahí para ayudar cuando mi vida se desmoronaba.
Quiso a mis hijos como si fueran suyos, entrenó al equipo de fútbol de mi hijo y llenó el frasco de “Besos para papá” para que mi hija nunca notara que se vaciaría.
Pero entonces me besó.
Intenté ignorar cómo reaccionó mi cuerpo, cómo sentirme tocada con tanta necesidad me hizo preguntarme qué otras habilidades tenía Penn además de arreglar o construir cualquier cosa.
En cambio, lo alejé, le supliqué que olvidara que pasó y actué como si nada hubiera cambiado entre nosotros.
Resulta que mentirse a una misma es más difícil que mentirle a alguien más.
Ahora, estoy abriendo mi propia pastelería, y Penn sigue ahí, ayudándome, apoyándome, incluso cargando mi chocolate favorito para darme cuando estoy estresada.
Entonces, una noche todo cambia, y descubro que el glaseado de pastel tiene muchos más usos que solo hacer postres.
Cuanto más nos acercamos, me doy cuenta de que estoy jugando con fuego y sentimientos mientras decido qué quiero, pero debo determinar si Penn es mi futuro o si nuestra historia es algo que no puedo superar.
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