1
Gwen Alexandra no necesita un hombre en su vida. Especialmente no un hombre que se parece al hijo ilegĂtimo de Chris Hemsworth y Joe Manganiello. Uno que lleva cuero, monta una Harley y estĂĄ cubierto de tatuajes.
Gwen puede apostar cada par de sus Manolos a que Cade Fletcher es un problema. Desde el momento en que lo conoce, la atracciĂłn entre ellos es muy fuerte. Gwen tiene un problema cuando se trata de hombres atractivos en clubes de moteros. El Ășltimo con el que se involucrĂł casi la mata.
DespuĂ©s de curarse fĂsicamente, Gwen decide empezar de nuevo en una pequeña ciudad, a medio paĂs de distancia del hombre que casi le cuesta la vida. No lleva ni cinco minutos en la ciudad cuando conoce a Cade, un hombre demasiado atractivo y peligroso para su propio bien.
Intenta mantenerse alejada de Ă©l, ignorar la atracciĂłn que existe entre ellos. Pero el motero tiene otras ideas, y pronto se ve envuelta en un lĂo. Su corazĂłn y su vida vuelven a estar en peligro.
2

Amy Abrams no ama. Tampoco le van los vĂnculos afectivos, a menos que cuentes la conexiĂłn que tiene con los bolsos de diseño. CreciĂł en un ĂĄtico del Upper East Side, que tenĂa tanto afecto entre sus paredes decoradas con buen gusto como el castillo de DrĂĄcula. Su familia es la razĂłn precisa por la que apunta con sus tacones de suela roja firmemente en la direcciĂłn opuesta a esa temida palabra de cuatro letras.
Entonces sucede. El amor. Surge de la nada y la hace caer de sus tacones de quince centĂmetros. Se da cuenta de que el amor tiene efectos secundarios molestos, como el desamor, que altera seriamente el cutis. Amy se promete a sĂ misma que nunca volverĂĄ a dejarse llevar por ese horrible sentimiento. No cuenta con que un motero exasperante, aunque digno de babear por Ă©l, irrumpa en su vida y arruine los planes que tenĂa de encerrar su corazĂłn. Mantiene las distancias y desconfĂa de ese motero pecaminosamente sexy en cuyos tatuajes deberĂa leerse: Advertencia: peligroso macho alfa, te arruinarĂĄ la vida.
Puede que Amy sea una princesa del Upper East Side, pero no estaba buscando al prĂncipe azul. Aunque no le importarĂa saber el nombre de su peluquero. Brock no es un caballero de brillante armadura, pero la consume en cuerpo y alma. El drama los separa; el peligro los volverĂĄ a unir. Cuando Amy se ve amenazada, Brock estĂĄ allĂ dispuesto a salvarle la vida. Su corazĂłn es otra historia.
2.5
Mi vida no es fĂĄcil. Eso te lo aseguro. No es sencilla. No encajo en la sociedad como la mayorĂa de la gente espera que lo haga y no coloreo minuciosamente entre las lĂneas, fuera de las lĂneas es donde habito. En los mĂĄrgenes de la sociedad es donde encontrĂ© mi lugar, con los Sons of Templar MC. La vida que llevaban me dio todo lo que querĂa y todo lo que necesitaba. Y lo que es mĂĄs importante, me dio algo de lo que habĂa carecido durante mĂĄs de una dĂ©cada: una familia. Un lugar al que pertenecer.
Chica de club, ese era mi tĂtulo. HabĂa otras palabras para definirme, pero preferĂa la versiĂłn menos despectiva. Claro, me encantarĂa ser una Dama. Es el sueño. Pero, como alguien que se escapaba a mundos de fantasĂa cuando la vida era demasiado, conocĂa la diferencia entre los sueños y la realidad. Me habĂa resignado al hecho de que siempre pertenecerĂa al club. Eso no significaba que no deseara que un hombre en particular me reclamara. Subirme a la parte trasera de su moto y partir hacia la puesta de sol con el hombre que habĂa cautivado mi corazĂłn el primer dĂa que lo vi: Hansen. El sueño de que por fin me viera y me hiciera suya sĂłlo existĂa en el mundo de las maravillas de Macy. Hasta ahora. Hasta que, de algĂșn modo, mi mundo de fantasĂa y mi mundo real chocaron y Ă©l me mirĂł del modo que habĂa soñado durante un año.
Los cuentos de hadas solĂan tener finales ordenados y felices una vez que el hĂ©roe y la heroĂna se reunĂan. Esto no era un cuento de hadas. Hansen no era un hĂ©roe tradicional y yo era lo mĂĄs alejado que se podĂa estar de una heroĂna. Me aterraba que mi pasado dictara mi futuro. Que mi mundo fuera de las lĂneas pasara de desordenado a un completo desastre.
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