
Todo lo que siempre quise fue ser perfecto. No era mucho pedir, Âżverdad? Era la Ășnica forma de cambiar la forma en que la gente me veĂa a mĂ y a mi pasado.
Yo, Logan Solomon, no podĂa meter la pata.
Volver a casa, a Beaufort, Carolina del Norte, para la boda de mi hermana fue un doloroso recordatorio de todo lo que habĂa intentado dejar atrĂĄs.
Una copa perfecta con su dama de honor se convirtiĂł en cinco.
Y esas bebidas perfectas se convirtieron en una noche que lo cambiarĂa todo.
La mejor amiga de mi hermana siempre habĂa estado al otro lado de una lĂnea que se suponĂa que yo no debĂa cruzar.
Ahora, hay dos lĂneas mĂĄs.
Y son rosas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario