OFFICER JULIAN

Respeto la ley. Pero cuando se trata de Savannah, estoy dispuesto a romper todas las reglas.
Es la mejor amiga de mi hermana pequeña, demasiado joven, demasiado dulce, demasiado inocente. DeberĂa mantenerme alejado. ¿Pero cĂłmo me mira? ¿CĂłmo se ajustan perfectamente sus curvas a mĂ cuando la abrazo?
Savannah no pertenece a nadie... todavĂa.
He pasado años protegiendo las calles, pero ahora mi misiĂłn estĂĄ clara: protegerla, reclamarla y asegurarme de que sabe que es mĂa.
Nadie la ha tocado nunca, y yo serĂ© el Ășnico que lo harĂĄ.
2Âș OFFICER ANDERS

Soy policĂa y sĂ© lo que quiero.
En cuanto Elaina se detiene en el lavadero de coches de la policĂa, estoy perdido. Tiene unas curvas que me hacen desear abrazarla, unos ojos que me traspasan y una inteligencia que me mantiene alerta. Es una madre soltera con un corazĂłn de oro y una hija que ya ha decidido que soy el hombre ideal para ella.
Por suerte para mĂ, me da el nĂșmero de su madre.
Elaina aĂșn no lo sabe, pero es mĂa.
No solo protejo y sirvo, sino que reclamo lo que es mĂo. ¿Y Elaina? Ella es todo lo que nunca supe que necesitaba.
3Âș OFFICER GABRIEL

Ser policĂa es duro. ¿Ser padre soltero? AĂșn mĂĄs.
Entonces Luna entra en mi vida y, de repente, todo cobra sentido.
Tiene unas curvas que hacen imposible apartar la mirada, un corazĂłn lo bastante grande como para querer a mi hijo como si fuera suyo, y un fuego en los ojos que me dice que no tiene miedo de desafiarme.
Luna no es sĂłlo perfecta, es mĂa.
No salgo con nadie por salir. No pierdo el tiempo en lo que no va a durar. Y te aseguro que no dejaré escapar algo tan bueno.
Soy policĂa. Protejo lo que es mĂo. ¿Y Luna? EstĂĄ a punto de descubrir lo serio que soy.
%20-%20Kelsie%20Calloway.png)
No suelo tratar con novias a la fuga.
Pero cuando Victoria sale volando de una iglesia, con el vestido de novia en un puño y los ojos llenos de pånico, sé una cosa.
Tengo que protegerla.
Se zambulle en mi coche patrulla, hermosa y sin aliento, y de repente mi mundo se tambalea. Es todo curvas y caos, una mujer que no deberĂa ser mi problema, pero, de algĂșn modo, es lo Ășnico que importa.
Me digo a mĂ mismo que no necesito esto. No la necesito.
Pero es mentira.
Soy policĂa. Protejo lo que es mĂo. ¿Y Victoria? Acaba de correr directa a mis brazos, donde pertenece.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario