ComenzĂł como cualquier dĂa normal.
Luego choqué con un auto.
El tipo con el que choquĂ© conducĂa un automĂłvil caro y era increĂblemente hermoso.
Låstima que también era un completo imbécil. Discutimos respecto a de quién era la culpa y cualquier otra cosa que saliera de su boca condescendiente.
Finalmente, llegĂł la policĂa y nos fuimos por caminos separados. Las compañĂas de seguros tendrĂan que resolver las cosas. De todos modos, tenĂa una entrevista de trabajo, una que me entusiasmaba.
Aunque esa emociĂłn cambiĂł a decepciĂłn en el momento en que entrĂł la persona que me entrevistarĂa. El tipo del accidente.
¡Upsss!
SĂ, asĂ que no conseguĂ el puesto.
El problema era que realmente lo querĂa. No, lo necesitaba Cualquier cosa para sacarme de mi carrera actual y volver a trabajar con niños.
Entonces, a pesar de que Hollis LaCroix era tan intimidante como terriblemente guapo, volvà a verlo y rogué por una oportunidad.
Para mi sorpresa, me dio una oportunidad cuidando a su problemĂĄtica sobrina. Al menos mi atracciĂłn por Ă©l no podrĂa ir a ningĂșn lado. No estaba a punto de poner en peligro mi trabajo o el fuerte vĂnculo que formamos Hailey y yo. Pero resistir el tirĂłn magnĂ©tico entre nosotros no fue tan simple. (Luego, estaba nuestro pequeño juego de ropa interior, no preguntes).
Continuamos coqueteando sin cruzar la lĂnea, hasta que finalmente sucediĂł.
Esta es la parte de la historia en la que nos enamoramos y vivimos felices para siempre, ¿verdad?
Bueno, la vida tiene su forma de lanzar algunas bolas curvas importantes.
La nuestra no la vi venir.
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