
No necesito a una mujer en mis asuntos; especialmente no a una con una boca inteligente y un cuerpo curvilĂneo.
Molly Gale no ha sido nada mĂĄs que problemas desde que apareciĂł en el rancho de al lado.
Y ahora, justo antes de que una gran tormenta de nieve azotara en VĂspera de Navidad, tengo que ir a ver su hacienda.
Tengo que verla, tener que conseguir otro olorcillo de su aroma a fresa.
Es suficiente para volver demente a un hombre.
Pero mantendrĂ© las cosas profesionalmente, mantendrĂ© las manos para mĂ, y harĂ© lo que necesite ser hecho.
Es el plan perfecto… Hasta que mi caballo me lanza y necesito ayuda de nadie mĂĄs que de la mujer con lengua fiera y caderas deliciosamente gruesas.
Yippee ki yay* y Feliz Navidad para mĂ.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario