
De alguna manera, mi prima me convenciĂł de ser una sugar baby.
No tuve que pasar por ningĂșn sitio web ni filtrar mensajes extraños; solo tenĂa que presentarme y conocer a BENJAMIN REED (veintiĂșn años mayor que yo).
Ese encuentro fue suficiente para que cuestionara todo lo que alguna vez habĂa pensado sobre mĂ misma. No solo necesitaba esto, lo querĂa... lo querĂa a Ă©l.
Pero habĂa una cosa que Cora enfatizĂł: no debĂa apegarme. No debĂa enamorarme.
Bastante Simplemente, Âżverdad? Excepto que nunca fui buena siguiendo instrucciones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario